Las promesas de campaña de Lacalle Pou incluían una reducción drástica de la flota oficial de vehículos.

Esto fue repetido una y mil veces por el hoy presidente en cada uno de sus discursos.

La gente en general pide que se baje el costo del Estado, eso no es de ahora, creo que desde que me conozco que es así.

El abuso es normal, el uso indebido de los vehículos siempre fue escandaloso.

Sin embargo, aún se espera que llegue la orden de bajar sensiblemente la cantidad de autos del Estado.

Incluso no sabemos cómo será que se eligen qué tipo de auto comprar, marcas y calidad del mismo.

Entonces aparecen autos de alta gama para el uso de jerarcas, de lujo, algo insólito, pero, reitero, sin control ninguno.

Lo único que ha cumplido en este rubro el gobierno, es que llegó la orden de sacar el film de los vidrios polarizados, para que no sea algo secreto ver quiénes van en un auto oficial.

Aun no se han sacado los vidrios oscuros, solo se ha dado la orden.

Lo que es realmente escandaloso, es la cantidad de kilómetros sin control ninguno que realizan muchísimos autos oficiales.

Hay algunos ejemplos que causan indignación de traslados de jerarcas de diferentes entidades oficiales.

Casi 600 kilómetros para ir a llevar a su casa a un director de UTE en años anteriores por ejemplo.

En el INAU sigue el descontrol con el traslado de directores departamentales.

Choferes que al salir del departamento de Montevideo cobran viáticos.

Todo un despilfarro mayúsculo que no hay indicios de querer cambiar.

En el Ministerio de Transporte los autos al servicio del Ministro y sus secretarios son dignos de un guion de una película.

Los Ministros del tribunal de Cuentas con autos lujosos son trasladados permanentemente a sus casas.

Otro tanto ocurre en la Armada, el ejército y la Fuerza Aérea.

Estamos haciendo seguimientos periodísticos que a la brevedad posible estaremos entregando a nuestros lectores.