La política es hermosa y seguramente todos pensamos que ser político es para trabajar honradamente en busca de mejorar día a día la calidad de vida de nuestros compatriotas.

Pero los políticos, en su gran mayoría, utilizan la política para sus logros personales.

Hace casi 10 años, en la hermosa ciudad de Minas, una joven odontóloga se lanzaba a intentar ser electa intendenta de Lavalleja.

Sus propuestas eran modernas, inteligentes y posibles.

En aquel entonces, recuerdo muy bien, que en la Departamental Nacionalista hacía una conferencia de prensa donde aparecía por primera vez un proyecto singular para potenciar el turismo serrano.

“El Trencito de los Turistas” se llamaba y no era otra cosa que un vehículo que recorrería un nuevo circuito turístico que sería delineado por su administración municipal.

Los candidatos en campañas electorales prometen y prometen, pero luego, cuando asumen sus responsabilidades, se hace cuesta arriba poder cumplirlas.

“El Trencito de los Turistas” luego de 10 años sin verlo, se transformó en motivo de bromas en el pueblo y cambió el nombre para transformarse en el “Trencito de Adriana Peña”.

El circuito turístico jamás se concretó, pero, para sorpresa de todos, cuando faltan solo unas pocas semanas para culminar el segundo mandato de la doctora Peña, apareció una cosa verde con ruedas que ella presentó a la sociedad, como cumpliendo un viejo anhelo personal y como para tapar la boca a todos los que lo tomaron incluso como un chiste.

Lo hizo solamente para no culminar su período sin que aparezca e imaginando el resto de su vida tomada en broma con “El Trencito de Adriana”.

La polémica comenzó inmediatamente en la ciudad de Minas, los que dicen que “Adriana cumplió”, seguramente sus seguidores y los que opinamos que es un adefesio espantoso, que solo causa rechazo y da una imagen de pobreza a la ciudad.

Seguramente a lo largo de su recorrido, tendrá que esquivar pozos y los visitantes ver la basura y la falta de limpieza en su entorno.

En muchas ciudades del mundo, turísticas, existe el famoso trencito, pero es algo preparado, moderno, no una vieja camioneta acondicionada en forma burda.

La doctora Peña cumplió… Pero a nuestro entender, “El Trencito de Adriana” tiene poca vida en la ciudad de Minas.