LOS RECUERDOS QUE QUEDAN SON TUS ÚNICOS TESOROS…
Escrito por Mirtha Lencina en la sección Columnas.
Publicado el 11/10/2020 04:16:04
Cuando era adolescente, deseaba ansiosamente que llegara el día en que pudiera cumplir mis 18 años, para hacer muchas cosas las cuales me prohibían hacerlas, se supone que eran cosas buenas, cosas de la edad, que por cosas de la vida muchas me quedé sin hacerlas, porque el ayer no vuelve, lo que no hice en su momento, quedó en mi mente como algo que no era para mi.
Por cosas de la vida, fui criada por mis abuelos maternos, eran personas algo antiguas, por lo tanto, influía mucho en la crianza, ya que pretendían que mientras no cumplieras los 18 años, no podía decidir por mi misma.
Cuando llegó ese día que tanto deseaba, por cosas de la vida, mi vida tuvo un vuelco total, ya que a los tres días de haber cumplido mis 18 deseados años, empecé a decidir por mi vida, lo primero que hice fue alejarme de todo aquello que no me hacía feliz y ahí entre los golpes de la vida, fui llevando mi adolescencia. Con errores y aciertos, poco a poco fui dándome cuenta que según el comportamiento que tuvieras, se te hacía más fácil o más difícil enfrentar la vida.
Entendí que la vida estaba llena de peligros y tentaciones, que estaba en uno ver qué camino tomar, si el más fácil o el más difícil, pero entendí que el más fácil, al final del camino podría convertirse en el más difícil.
Por lógica que no todo fue malo, de la crianza que tuve absorbí cosas que para mi fueron buenas, durante mi vida las puse en práctica y me dieron buenos resultados. Por cosas de la vida, fui carenciada de muchas cosas, pero como todo tuvo su lado bueno y de ella rescato eso. Me inculcaron que en la vida debemos respetar para ser respetados, ser una persona honesta en todas las circunstancias de la vida, que por más que te haga falta algo, no debemos tocar lo ajeno, ser responsable y hacerte cargo de tus actuaciones, estén bien o mal. Los años han pasado, ¡cuántos recuerdos tengo guardados en mi mente! Recuerdos que por más que los años pasen, los llevo conmigo, algunos de ellos que no quisiera recordarlos, pero que están ahí, porque entiendo que todo lo vivido es parte de las cosas de mi vida.
Hoy miro hacia atrás y hago un repaso por mi vida, como cada año.
Me siento conforme de la forma en que he actuado en los momentos que me ha tocado vivir. Con mi calma, con mi sinceridad, con mi bajo perfil, pero sin dejar mi personalidad, he llevado mi vida adelante. Veo que no tengo hechos en mi vida de los cuales deba avergonzarme, porque he llevado una vida digna y me siento una mujer respetada por los demás. La vida me ha dado mucho y puedo decir que he cosechado lo que he sembrado.
No sé qué me espera vivir mañana, pero lo que hoy vivo sin duda me llena de felicidad, puedo decir que Dios no se olvidó de mí.
Agradezco todo lo que me ha dado y no miro lo que me falta, sino todo lo que tengo, porque aunque no sea mucho, para mí es suficiente. Sentirse querida por los demás para mí es muy valioso, no soy el tipo de persona que se engaña a sí misma para sentirse bien, sé lo que valgo y reconozco mis limitaciones.
La vida está llena de sorpresas y lo que venga, sea bueno o sea malo, lo viviré entendiendo que todo es parte de las cosas de la vida. Lo único que pido cada día, es vivir hasta que Maycol pueda valerse por sí solo, que no me haga conocer el dolor por perder a un hijo y que cuando por cosas de la vida me llegue la hora de partir al mas allá, sea antes que Jorge. Quiero vivir muchos años más, pero si eso no es posible, lo entenderé, ya que todo lo que nos toca vivir, son parte de las cosas de la vida.