Es más viejo que yo esto, pero, lo voy a volver a denunciar.

Cuando llegan las elecciones departamentales, aquellos intendentes que van por su reelección, deben renunciar con un cierto plazo antes de las mismas.

Entonces, dejan en ese lugar de intendentes a quienes son sus personas de confianza extrema, que cuando los pusieron en las listas como sus suplentes, ya lo habían pensado.

No todas, hay en todas lados algunas excepciones, pero la inmensa mayoría, utilizan las intendencias al servicio del candidato de la reelección.

Ponen la comuna al servicio de su candidato, y para eso hay mil formas de influir.

Los trabajos zafrales, las contrataciones en cargos de particular confianza, la limpieza de cunetas, los focos de luz, los conteiner de basura, y hasta las múltiples inauguraciones que casualmente llegan en las últimas fechas antes del acto eleccionario.

El candidato que ya dejó de ser intendente, tiene línea directa con la intendencia, y vive pidiendo cosas para solucionarle a la gente y ganarse el voto.

¿Es legal? No, no es legal, debería ser denunciado a la justicia.

¿Es inmoral? Por supuesto que es inmoral, pero los políticos están acostumbrados a las inmoralidades, ya casi que las toman con naturalidad.

Recién me llegó de la intendencia de Lavalleja que nos invitan como periodistas a cubrir la inauguración de una plazoleta en un barrio.

 

“Desde la Intendencia de Lavalleja se invita a la habilitación de la Plazoleta del  Barrio España ubicada en Calles Tabaré y Perico. Hoy viernes 25 de septiembre a las 18 y 30 horas.

Será un placer contar con vuestra presencia”

 

¿A menos de 48 horas inaugurar una plazoleta?

Sin duda es para que la candidata a intendenta que es la fórmula de la intendenta actual, se vea beneficiada.

Es más, la propia intendenta es candidata a edil.

Después se enojan conmigo.

Después dicen que son mala gente o que hago un periodismo feo o agresivo.

Este tipo de cosas, que se hacen con la única finalidad de ganar simpatías de los vecinos a horas de votar, demuestra claramente que no tienen escrúpulos y que todo vale a la hora de conseguir el voto.

Esto también podría ser penado por la justicia, esto es sencillamente Abuso de Funciones.

Es utilizar el dinero de los contribuyentes para conseguir réditos electorales.

Seguramente dirán que escribo esto para apoyar al otro candidato, pues que digan lo que quieran, la verdad no me interesa, siempre digo lo que siento, y así voy a seguir, porque me hace muy feliz decir lo que siento sin tener que atragantarme para no hablar.

Alguien nos debería defender a los ciudadanos comunes y que no nos sigan despilfarrando nuestros impuestos.

Ese “alguien”, debería ser la justicia y de oficio.