El virus del Covid19 existe.

Es muy contagioso.

Su mortalidad es muy pero muy baja.

El 99% de las personas que murieron y van a morir son personas mayores y con otras enfermedades de antes.

Mueren muchísimas más personas de otras enfermedades, inclusive de gripe común.

Ni que hablar de cáncer, corazón, derrame cerebral, diabetes y suicidios.

Una de las mayores causas de muerte en el Uruguay son los accidentes de tránsito.

Pero hay una sicosis, promocionada por los medios de comunicación, que hablan el 80% de todos sus espacios y tiempos al aire de este tema.

Que día a día dan números y cifras, como si fuera una guerra mundial.

Lo cierto que ya comenzó en el mundo entero, con Uruguay incluido, a aparecer voces en contra de la pandemia, llamando falsa pandemia.

Incluso profesionales de la salud han salido a reclamar que esto es una falsa pandemia, que hay intereses económicos muy importantes en todo el mundo.

Nadie menciona que hay medio millón de uruguayos enfermos con depresión.

Una enfermedad silenciosa que muchísimas veces mata mucho más que Covid19.

Vivimos asustados, tenemos miedo de salir a la calle, tenemos la presunción que estamos en manos de la delincuencia.

Tengan la seguridad que la mayoría de nosotros nos vamos a contagiar, aunque nos cuidemos, aunque nos quedemos encerrados en casa, tarde o temprano seremos contagiados.

Incluso,  es muy posible, que algunos de nosotros, ya pasamos por la enfermedad y ni siquiera nos dimos cuenta.

El gobierno a pesar que anuncia que nos protege, la verdad es que la prioridad es la economía,

“Que no se apaguen los motores de la economía” dijo la Ministra de Economía, en plena locura colectiva por miedo de contagiarse.

Me imagino que estarán esperando que mencione la posible vacuna.

Yo no pienso en vacunarme por ahora, tengo muchas dudas respecto a la vacuna creada en tan pocos meses, algo que nunca se ha logrado antes.

Creo que estamos ante el mejor negocio del Planeta, vender la vacuna mágica que de la noche a la mañana nos devuelve la normalidad.

Hay que tratar de no contagiarse, hay que cuidarse, tener las prevenciones y cumplirlas al pie de la letra.

Pero que no haya pánico, no entremos en las fobias, en estar desesperados y con miedos.

Hay que disfrutar la vida, esto es difícil, pero no podemos seguir paralizados, encerrados, sin siquiera ver a nuestros seres más queridos.

Que Luis e Isaac sigan acumulando aprovechando la falsa pandemia, nosotros vamos a disfrutar la vida, con cuidados, pero felices.

¿Se puede?