A MÍ ME ENCANTÓ EL NUEVO PROGRAMA DE SANTO Y SEÑA
Escrito por Jorge Bonica Sierra en la sección Espectáculos.
Publicado el 24/05/2020 23:00:50
El nuevo formato de Santo y Seña, ha mejorado sensiblemente lo anterior.
Es un muy buen programa ahora, antes era muy unipersonal de su conductor Ignacio “Nacho” Álvarez.
No solo los nuevos aportes de humor, con un grande como “El Rusito”, un genio sin duda, que le dio mucha más movilidad y espontaneidad al producto.
“La Venezolana” Mariale Jaimes, es la revelación sin duda, porque además de su porte y belleza, no es nada tonta, sabe lo que hace y se mostró muy suelta y segura en sus primeros programas.
La presencia del periodista de El Observador Leonardo Pereira, con su look informal, pero con mucha profundidad de análisis, le da un apoyo importante al conductor.
En este segundo programa analizaron y desnudaron los comentarios en redes sociales respecto a su primer programa.
La envidia propia de muchos uruguayos quedó de manifiesto, la ordinariez y falta de educación en cuantiosos comentarios fue permanente.
En realidad, nosotros creemos, con total humildad y sinceridad, que todos los agravios hacía los integrantes, algunos de ellos ordinarios al extremo, son el reflejo de lo que Álvarez recibe, que en realidad, ese es el motivo, el odio que muchos sientes por él.
Al conductor se le ama o se le odia, no hay unos términos medios, ni grises, y además, me inclino a pensar que detrás de tantas ofensas, puedo captar una especie de campaña de odio orquestada por los mismos idiotas de siempre.
Una contribución muy interesante con la música en vivo, gran aporte.
En síntesis, muy bueno, bien producido, dinámico, saliendo de la denuncia o el informe solamente, para lograr un programa íntegro de televisión. Antes era preguntarse “¿A quién va a matar ahora?” y ahora, es un programa de investigación, denuncia y… entretenimiento.
Me encantó.
Con relación de la entrevista a Lacalle Pou, sin duda que se pudo sacarle mucho más jugo, hasta pareció “armada” en algún momento, o con preguntas que el entrevistado sabía se las harían.
Pero no es fácil entrevistar al presidente, cuando todos están esperando que “”Nacho” lo haga mierda, que lo destruya, que le pregunte algo para dejarlo mal parado, porque ese perfil del conductor, hace que la expectativa sea justamente esa.
Y el presidente no es tonto, es un avioncito que no debe ser nada sencillo dejarlo mal parado.