CUANDO DEBIERON EJECUTARLO, LE PERDONARON LA VIDA A RAÚL SENDIC
Escrito por Jorge Bonica en la sección Política.
Publicado el 17/05/2020 01:23:13
Resulta que el vicepresidente de Uruguay miente que tiene un título de licenciado en genética y se descubre (el pez por la boca muere), que era trucho, que no tiene nada.
La senadora Topolansky dice que ella vio el título de Sendic con un caradurismo increíble.
Luego se comprueba que Sendic usaba una tarjeta corporativa, con el dinero del pueblo uruguayo a su disposición ilimitada, en provecho propio.
La justicia lo investiga y lo procesa por peculado y abuso de funciones.
Su fuerza política lo sanciona fuertemente y es obligado a renunciar a su cargo de vicepresidente.
Pero, la renuncia, tiene cuatro líneas, y es leída por Topolanski en el parlamento para su aprobación.
El tenor de la renuncia es sorprendente, ya que dice que renuncia “por motivos personales”.
Más sorprendente es, que la oposición vota la renuncia por ese motivo, en lugar de exigir un juicio político porque el motivo es simplemente por ser ladrón, por utilizar el dinero de los contribuyentes uruguayos en beneficio propio.
Pero había un pacto entre el Frente Amplio y la oposición, que se sentía satisfecho con la renuncia del vicepresidente, creían era algo muy duro pensando en las elecciones venideras para el Frente.
No supieron representarnos la oposición, a los uruguayos robados por Sendic.
Y ahora, Raulito quedó limpio, se terminó hoy la sanción de su colectividad política y está habilitado para volver al ruedo de la política.
Por eso, es que desde este semanario siempre hemos propuesta la Ley de Ficha Limpia, que en otros países funciona, donde no permite que personas con antecedentes pesados como éste de Sendic, por terrorismo, por sedición, por homicidio, etc, puedan ser candidatos en las elecciones.
Lo increíble, que tras la renuncia de Sendic, en su lugar de vicepresidente asumió la señora que dijo haber visto el título, la señora Topolansky.
Queda comprobado que somos unos giles los uruguayos, y que aquel viejo dicho que “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, sigue tan vigente como siempre.