Aquí estamos, padeciendo una temporada que ya terminó, que podría haber sido algo mejor, si no hubiera habido un manejo inocente del ministerio de turismo.

 

Mediados del 2019, feria de turismo en la Argentina.

Uruguay representado por un ministerio jolgorioso y sin ideas, armó un circo precioso, llenó de artistas y figuras del costado izquierdo, pero se olvidó de hacer inteligencia para olfatear que iría a pasar con las elecciones nacionales.

 

Ganó el compañero Fernández, y determinó que como pasa siempre, se olvidaron de nosotros, y aquel circo que había armado la ministra Kechichian, se quedó sin payasos y malabaristas.

 

Resulta que de golpe y de pique, pone un indirecto cepo al turismo extra fronteras, colocando en la cornisa a la futura temporada.

 

Se olvidaron en ese momento de aquel abrazo de Fernández y Massa con Tabaré en la residencia de Suarez, nos clavaron otra vez una puñalada.

 

El impuestazo del 30%, dejo fuera de competencia a la zona balnearia uruguaya, que además viene arrastrando el lastre del carísimo aparato de impuestos que se pagan mes a mes.

 

La fiesta de la ministra, nos salió carísima, además de los dólares que se gastaron en asados y vino, que chuparon de lo lindo, dejaron desnudos a los comerciantes, que esperaban una temporada para salvar el año.

 

Cuando digo ineptitud del ministerio, hago referencia a que no se les cae una idea para salvar la temporada.

 

No fueron capaces de equiparar los descuentos del 24% que perciben los argentinos en las estaciones de servicios del litoral y hacerlo extensivo a las estaciones de la zona balnearia.

 

No fueron capaces de ir por los operadores turísticos argentinos y seducirlos con algún beneficio para que ellos mismos se encarguen de hacernos las publicidad… en fin le falto boliche, y le quedó grande el ministerio.

 

Pero a fin de enero, saldrá a decir que la temporada no fue tan mala como se esperaba y como La Pasiva vendió 3 panchos más un sábado, alcanzara para que se diga que no fue una catástrofe.

 

Lo cierto es que los comercios, el 7 de enero ya habían bajado al 70% de los empleados contratados.

 

Ayer la heladería Freddo del puerto, estaba a las 17 hs. en plena asamblea discutiendo el tema de ver, cuántos trabajadores quedaban y cuantos se iban.

 

MINI TEMPORADAS DE VIERNES A DOMINGO

 

Y en ese río revuelto de mal humor y malas ventas, aparece una especie carroñera y letal, que siempre está al golpe del balde esperando lo que los demás dejan.

 

El Montevideano.

 

Este singular ejemplar que se aprovecha de los alquileres de 70 dólares, (que costarían 130) y te los regatea por 50, y que se aprovecha de una malísima temporada para disfrutar de un lugar, que claramente no fue ni pensado ni diseñado para él.

 

Andan a sus anchas, desde el viernes a las 17hs, hasta el domingo a las 22hs más o menos.

 

Aprovechan cuanto descuento existe en las tarjetas de crédito y se los reconoce en la calle porque son parecidos a los argentinos pero preguntan precio y hacen cuentas entre cinco para pagar.

Copan la ciudad esteña el fin de semana y el lunes, todo vuelve a ser un desierto.

 

En las playas usted de lunes a jueves encuentra lugar para estacionar en donde quiera.

 

Pero del viernes en adelante aparecen ellos, que aprovechando de esta pésima gestión del Ministerio de Turismo, cambiaron Las Toscas por Punta del Este.