Estamos ya a pocos días de las Elecciones Internas y mientras los uruguayos, en su gran mayoría, seguimos buscando trabajo, o cobrando un salario de hambre, hay un sector de la población llena de privilegios, los cuales ellos mismos se otorgaron, y hace un mes o más, están en campaña política.

Lo curioso, es que esta especie de asociación para delinquir, integrada por Senadores, Diputados, Ministros y hasta la vicepresidente de la República Lucía Topolansky, están en campaña electoral cobrando el salario como si trabajaran.

El Palacio Legislativo quedó vacío, es muy difícil encontrar a alguien allí adentro que no sea ese cúmulo innecesario de funcionarios acomodados a dedo que están allí tomando café y té gratis, esperando que pase la hora para marcar tarjeta y volver a sus casas.

Todos los demás, los que se dicen Legisladores, andan recorriendo el país y los diferentes barrios de todos los departamentos, pidiendo que los voten desesperadamente en las Elecciones del próximo domingo.

Es totalmente injusto que todos estos Senadores y Diputados, así como también los Ediles, Alcaldes y Concejales están haciendo política y mientras tanto siguen cobrando íntegramente sus salarios, así como también las partidas de prensa, de secretaría, de celular, gastos de representación y viáticos para andar por todos lados.

Si cualquiera de los funcionarios de empresas públicas o privadas, faltara un día, no tengan duda de que le descuentan el jornal a fin de mes, pero estos señores que muestran en sus caras y en sus discursos la desesperación por el temor a perder esa vida de reyes que ellos mismos se votan, es notoria.

Los uruguayos no decimos nada, nos quedamos callados aquellos que nos sentimos honestos, y que amamos nuestro país, mientras que un cúmulo de uruguayos se prenden a esa zafra de la política para ganar un jornal repartiendo listas, o doblando sobres, teniendo la obligación además de concurrir a los actos políticos que aquel que les está brindando un jornal les solicita.

Eso también es corrupción y de la peor que se pueda imaginar una persona, es vender sus principios y alquilar su honor al servicio de unos pocos sucios pesos, para poder hacer una pequeña diferencia y mayoritariamente pagar algunas deudas, o simplemente la factura de la luz o el teléfono.

Esto pasa en todo el país y ocurre hace muchísimos años, no es de ahora, es algo que siempre ocurrió.

Los políticos nos han enseñado a todos que dependemos de ellos para cualquier cosa que queremos lograr.

Hoy no se consigue un empleo fácilmente, y la única manera que hay, es que un político te acomode en algún lugar.

Estas Elecciones Internas no son obligatorias y deben votar, si lo quieren hacer, aquellos que pertenecen a un partido político, o que están afiliados a uno.

Pero la locura de la publicidad lleva a pensar a la mayoría que este domingo tenemos la obligación de ir a votar por alguien, como si se tratara de una Elección Presidencial.

Quisiera saber de dónde salen esos diez millones de dólares que se gastan en publicidad en los medios de comunicación, así como también todo lo que es, el entorno de cartelería, impresión de listas, traslados, combustibles, alquiler de vehículos y choferes que lleva adelante una Elección de este tipo.

Para colmo de males, cada voto nuestro en esta interna significa plata para el candidato, ya que el propio Estado, que somos nosotros mismos, le paga por cada voto al candidato que nosotros votemos.

Ésa es la realidad, nuestra propia plata, la que nos sacan con los impuestos más altos del país, es la que va a parar a los bolsillos de los candidatos que nosotros les demos nuestro voto.