EL ERROR KEYNESIANO DE LA OBRA PÚBLICA

Escrito por Recibimos y publicamos en la sección Economía.

Publicado el 29/10/2018 00:48:38
EL ERROR KEYNESIANO DE LA OBRA PÚBLICA

Por Sebastián Castro.-

 

En todos los países tercermundistas donde fracasó parcialmente el neoliberalismo, surgieron gobiernos de izquierda que recogieron las ideas keynesianas como el santo grial de la economía y las pusieron en práctica. Básicamente, la teoría keynesiana ponderada el gasto del estado como regulador principal y sostiene que en un sistema donde el gasto aumenta, la economía crece y con ella la demanda de empleo. El primer problema keynesiano está entonces en creer que la inversión puede regular el mercado de dinero. Cuando el empleo baja, la economía se contrae. Entonces, el gobierno corre a invertir como medida de expansión económica.

En realidad, cuando el estado invierte lo hace 1-emitiendo papel moneda, 2-pidiendo prestado. Si tuviera superávit no ocurriría, pero esto no sucede desde la década del 60, antes de quebrar el banco Mercantil, Del Plata y el Trasatlántico.
En el primer caso, el exceso de oferta desinfla el valor real del dinero. Y con esto provoca que (luego del boom) la economía se contraiga y la inflación aumente. Con lo cual, el valor real del dinero cae, aumenta el desempleo, pero ahora además hay inflación. Pedir prestado tampoco es una solución mesiánica. Porque nuestras tasas de interés deben competir en el mundo con otras economías más sólidas. Si EEUU vende deuda a un 5%, nosotros debemos hacerlo a un 40%. Cuando se vencen el pagaré, refinanciamos la deuda aumentando en el mejor caso las tasas de interés y en el peor, emitimos papel moneda… más inflación. Si, al término de los vencimientos todos los prestadores decidieran retirar su dinero, habría una corrida bancaria como ocurrió en el 2002. Y así llegamos a la conclusión que en un sistema keynesiano moderno, el crecimiento lo marca el valor de un bien mañana y el valor de la divisa ayer.

O en términos más simples, si mañana un bien va a costar menos, lo compro mañana y ahorro hoy.  Pero si los precios suben en vez de bajar, yo voy a comprar hoy, con el poder adquisitivo de ayer. Y por supuesto dejaré de ahorrar. 
¿Porque este y todos los gobiernos populistas se aferran al keynesianismo económico? Porque Keynes les dijo que gastar está bien. Y hay que hacerlo al costo que sea. Y los políticos de izquierda repitieron el mantra, ¡gastar! ¡gastar! gastar!
Y si a esto se le suma el no menos dañino componente de la corrupción, la ecuación keynesiana se pulveriza. La inflación sube, las tasas de interés suben, la inversión baja, el empleo retrocede. Lo saben los economistas? Como mínimo deberían saber que la escuela keynesiana y su teoría del “pleno empleo” han fracasado durante los últimos 50 años. Tampoco nos ha ido mejor con el neoliberalismo. Principalmente porque nunca, ni en el gobierno más radical se ha podido aplicar. El desafío será entonces el camino de los libres pensadores y un estado un poco más chico. Extremadamente ineficiente y vetusto. Aunque lo quieran maquillar con un par de obras públicas.

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