Realmente las cosas que ocurren en el Uruguay son en su mayoría para el libro de Records y no precisamente para ser felicitados.

El Puerto de Colonia hace muchísimos años que se está construyendo, algo realmente moderna, funcional y práctico.

Quedó precioso, da gusto entrar al mismo y todos los pasos que debe dar un viajero que se va a Buenos Aires están perfectamente delineados.

Todo limpio, ordenado, moderno, iluminado.

Baños impecables, escaleras mecánicas y personal que atiende muy bien.

Pero…lamentablemente siempre hay un pero, los pasajeros que viajan a Buenos Aires en las compañías navieras, para llegar al barco, deben hacer una especie de periplo increíble.

De acuerdo a donde está el barco que los lleva, deben caminar hasta varias cuadras después de abandonar el edificio principal.

Incluso muchas veces pasando por lugares a la intemperie, con frío o lluvia; y vimos a personas en sillas de rueda sorteando escalones.

Una vergüenza que nunca se hayan construido mangas, como en todos los puertos del Mundo civilizado, para que desde el edificio se llegue directamente al barco.

Dicen que es una segunda etapa, pero luego de haber invertido tantos millones de dólares, vemos que pasan los días, los meses y los años, sin que se vea una obra finalizada.

Y lo último negativo, son los precios de la venta de comidas y bebidas en el puerto, cuando están en zona de espera para embarcar, un robo a mano armada sin dudas.