Sin duda que los tiempos han cambiado, y los uruguayos debemos animarnos a realizar una reforma profunda, que nos permita que la escuela y el liceo sea útil para poder integrarse al trabajo diario, y no como pasa actualmente, que nuestros hijos cursan el liceo y cuando con esfuerzo logran terminarlo, solo ha sido para poder ingresar a la Universidad, es decir, para comenzar a prepararse para la lucha diaria y permanente que hoy por hoy debemos enfrentar con el solo objetivo de supervivencia, o llegar a fin de mes.

Hay que cambiar, y deben haber nuevas materias técnicas que también permitan que el estudiante vaya forjando su vocación, y se vaya preparando con mucho mas anterioridad que antes lo hacíamos nosotros.

Hoy pasa que miles de jóvenes que terminan la primaria, se lanzan raudamente a la UTU, abandonando la posibilidad de una carrera universitaria, porque necesitan ya un empleo.

Les gustaría seguir estudiando, como pasaba hace 30 años, y que sus padres los mantengan hasta que se reciben.

Eso ahora ya no corre, son muy pocos los casos que conocemos que solo se dedican a estudiar y no tienen problemas de supervivencia económica.

Ahora hacen un gran sacrificio, y no se disfruta lo que se está aprendiendo, solo se intenta ir pasando las pruebas, pero no hay tiempo de disfrutar, de sentir la vocación.

Todo es tan dinámico, que hemos podido conocer muchos casos de chicos o chicas que tienen grandes condiciones para estudiar, que han tenido que dejar, porque no había forma de poder conseguir el sustento; por lo que han abandonado y están trabajando en un supermercado de cajero.

No es denigrante ser cajero de un súper; pero tenemos que convenir que nos altera mucho, saber que hay jóvenes que están para mucho más y no han podido ni siquiera llegar de acuerdo a su vocación y con facilidad para el estudio, a un objetivo universitario.

Y lo segundo, lo que todos los políticos hablan, y ninguno hace; es descentralizar de verdad y llevar universidades públicas al interior del país.

Hay que terminar con esa discriminación que siempre es tema de campaña en todas las elecciones y luego ni se acuerdan los candidatos.

Vuelven cada cinco años, y siguen con su mismo versito que ya nadie se puede creer.

Es para conquistar votos de la gente del interior, pero lo cierto es que hay un sistema que no permite que eso pase, y que nos condena a todos los del interior a tener que desprendernos de nuestros hijos para que vayan a estudiar a la capital.

Personalmente confío que esto pueda cambiar, que los uruguayos sepan exigir con su voto primero y con una posición firme después, para no permitir que nos sigan mintiendo descaradamente.

Ya estamos cansados de tanta mentira, tanta promesa y ver que no pasa nada, que todo sigue igual en materia de enseñanza.

Nos cobran un impuesto de primaria obligatoriamente en la puerta de casa, y sin embargo vemos que hay escuelas (la mayoría) que depende del apoyo de las comisiones de padres para tener lo que sería imprescindible.

¿A dónde va a parar el dinero que pagamos para la enseñanza?

Los docentes hacen muchos sacrificios, ganan poco y siempre son injustamente criticados, cuando en realidad siguen adelante muchas veces por su vocación.

Igualdad es el objetivo para todos, y que aquellos que tengan la facilidad, vocación, o simplemente el deseo ferviente de seguir una carrera universitaria, lo haga, y no se encuentre con barreras invisibles que no lo permitan.

El Mundo ha cambiado, y debe cambiar nuestra forma de enseñar a nuestros chicos, que es una forma de educar, de dar una base sólida de cultura general, y un oficio que les permita defenderse en la vida.

Escuchemos muy bien a nuestros candidatos antes de dar nuestro voto, no nos dejemos llevar por espejitos de colores, que no somos ignorantes.

Cuidado que hay muchos que son solo profesionales de la política y capaces de ofrecer cualquier cosa, con tal de seguir subido al carro del poder.

Que nuestro voto sea difícil de dar a cualquier candidato, debemos escuchar, pensar, asesorarnos y luego emitir el voto.