¿COMO RESOLVEMOS A QUIEN VOTAR LOS URUGUAYOS?

Escrito por Jorge Bonica en la sección Política.

Publicado el 12/04/2018 10:46:58
¿COMO RESOLVEMOS A QUIEN VOTAR LOS URUGUAYOS?

Hace muchos años que analizamos como son las campañas políticas previas a una elección, escuchamos testimonios, conocemos estrategias, y sacamos muchas conclusiones que son lamentables.

Los uruguayos estamos muy bien vistos en el exterior referente a nuestra llamada “Cultura Cívica”, y recibimos una seria de elogios que nos hace sentir orgullosos de nuestra educación.

Pero lo cierto, es que es muy diferente a lo que aparentamos y trasladamos al exterior.

El sistema político uruguayo es deshonesto, creado para que algunas familias se perpetúen en el poder, y por ende, impedir que personas de bien, con intenciones sanas, puedan gobernarnos.

Para llegar a ser Diputado, Senador y hasta presidente, hay que ceder a muchas cosas antes de lograrlo.

Pactar, arreglar, ceder, hacer cosas que nunca haríamos, engañar, faltar a la palabra, prometer cosas que sabemos de ante mano son imposibles de hacer, mentir, falsear, embaucar, traicionar…

Estas son algunas de las condiciones que se deben tener para acceder al sistema político uruguayo.

Nosotros caminamos gran parte del país, y dialogamos con mucha gente, conocemos muchas cosas, y nos seguimos asombrando por conocer algunos de los motivos por el cual muchas familias y personas resuelven a quien votar.

Antes de contar alguna de ellas, debemos decir con total seguridad, que los partidos tradicionales son los responsables de toda la angustia que hemos tenido que asumir los uruguayos en los últimos 40 años.

Blancos y Colorados se perpetuaron entre unos pocos, alternando el poder de gobernar, influyendo para que la economía uruguaya sea un caos.

Se robaron cientos de miles de millones de dólares, se malgastaron fortunas sin ton, ni son.

Se metieron miles y miles de correligionarios en los cargos públicos, haciendo que haya una increíble cantidad de empleados estatales sin tener que haber.

Generaron un presupuesto del Estado totalmente inadmisible, intentando tapar sus gruesos errores, combatiendo la desocupación con meter y meter miles y cientos de miles de amigos a trabajar, pagando favores políticos de esa manera.

Pensaron que la vaca iba a seguir dando leche siempre, que nunca se iba a terminar, y cuando se les terminó, no dudaron un solo instante en hipotecarnos con préstamos internacionales que hoy por hoy resultan impagables, favoreciendo al capitalismo usurero.

Así se hizo y se hace política, desde hace 40 años y pasando por la dictadura, siempre fue igual, el amiguismo, el favor político, fueron el protagonista de esta historia.

Por ende, hay miles de compatriotas que definen su voto por lo que le dieron en su momento, ya que piensan que le deben el trabajo en una oficina pública a un político, y entonces deben darles el voto permanentemente.

El Frente Amplio utilizó esta misma crítica, que yo les estoy escribiendo, como su pancarta para pedir el voto y ofrecer el “Gran Cambio”.

¿Quién no quiere un cambio a esta altura?

¿Quién no pretende que se terminen los acomodos políticos?

¿Quién no pretende que no se siga despilfarrando el dinero del contribuyente en forma innecesaria o delictiva?

Todos, todos los uruguayos quieren eso, y solo los que están robando a cara descubierta pretenden seguir como estamos.

La izquierda no logró potenciar ese cambio que la mayoría pide a gritos, ya que también adoptaron particularidades de los partidos tradicionales en muchos aspectos.

Las llamadas “internas” de los partidos políticos, ha sido terrible, se matan los unos a los otros sin piedad.

Primero son “hermanos”, pero cuando se pelean, vienen a nosotros a decirnos lo delincuentes que son los otros, aquellos que hasta hace unas horas eran sus aliados.

Saben que si matan a alguien, es para lograr trepar, mejorar particularmente.

Eso se llama claramente “traición”, algo que para muchos políticos de “raza” es natural y normal, hay que traicionar antes que te traicionen, es una de las frases ya conocidas y mejor interpretadas por el sistema político uruguayo.

Hay un grupo de uruguayos que votan por compromiso laboral, ya que trabajan en una empresa en la cual uno de los “principales” es político y candidato.

Hemos visto casos que asombran, como por ejemplo que se esté “pasando lista” en actos políticos de los funcionarios de una empresa pública.

Le temen a la sanción si no hacen acto de presencia, eso es una realidad.

Hemos visto también “pasar lista” en actos políticos a funcionarias contratadas como changas en la intendencia.

 

“Si no me ven ahí en primera fila, me cortan la changa de barrer las calles” es un testimonio que tenemos muy vigente y comprobado.

 

Hemos participado de un careo impuesto por la justicia, en que una joven muchacha, denunció a un edil del Partido Nacional por pedirle tener sexo con él a cambio de una changa.

Por consiguiente, el conseguir un trabajo, o mantenerlo, es uno de los principales motivos por el cual los uruguayos definimos nuestro voto.

¿Cultura Cívica? Más bien, es corrupción moral, enseñada e impuesta por los políticos de mayor presencia.

Lamentablemente, debemos también abrir un grupo de uruguayos, que votan por ignorancia, creyendo disparates que lanzan los candidatos.

Compatriotas que no entienden nada de la política, y solo se quedan con la promesa que escuchan, y que siempre va dirigida directamente a lo que quieren escuchar y lo que necesitan.

 

“Me va a poner bitumen en la cuadra de mi casa”

“Ya me dijo que si gana me pone el foco de luz en la puerta de mi casa”

“Si gana le va a dar trabajo a la nena”

 

Y así podríamos seguir muchas páginas más con cuentos de chapas, de bloques, de tajamares, de abonos, de changas, de licitaciones, de concursos, etc.

Una ex colaboradora me contaba con mucha seguridad, que ella votaría a tal candidato, que es el veterinario que atiende a su mascota.

 

“Mi perrita estaba muy mal, y eran las dos de la madrugada, yo llamé al veterinario y vino enseguida, le dio una inyección y le salvó la vida, por eso lo voy a votar a Diputado”

 

Créanlo porque es cierto, de esa manera definía el voto esta muchacha. No sabía ni de que partido era, pero…

Hay médicos que son candidatos y que mucha gente resuelve votarlo porque “cuando murió mamá, él la trató muy bien, no la hizo sufrir, fue muy humano”.

No importa como puede ser como legislador, solo importa que al parecer “estamos en deuda” con el médico y si se tira a Diputado, lo debo votar.

¿Quién va a derrotar al sistema político mafioso?

Al parecer, ni la angustia, ni el hambre, ni la depresión, ni los casos claros de políticos ladrones que se conocen y van presos, serán motivo de cambios radicales.

Cuando llega la hora de votar, primero está el interés particular, y nunca será el interés general que nos permita a todos vivir con mayor dignidad.

¿Son más corruptos los políticos que los votantes?

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