¡VERGÜENZA! ¡ASÍ ESTUDIAN ALGUNOS NIÑOS URUGUAYOS!
Escrito por Sergio Secinaro en la sección Educación .
Publicado el 25/11/2017 10:10:52
Madres de algunos alumnos de la escuela número 13 de la ciudad de San Carlos situada en la calle Basilio Araujo, se pusieron en contacto con Crónicas del Este, para informar el estado calamitoso en el que se encuentra dicho centro de estudio.
Cuando llegamos al lugar pudimos observar perplejos, como el edificio parecía salido de una imagen de Sarajevo, luego de la guerra de los Balcanes y pudimos apreciar, que lo que era un inmueble con varios salones escolares, hoy en día, al igual que toda la escuela, incluso la parte que está en funcionamiento, se encontraba rodeada de un verdadero pastizal, que evidencia una total falta de mantenimiento.
Pero peor es la explicación que nos dieron para la lamentable imagen de esta escuela, ya que nos informaron que no cortaban el pasto, porque como se puede apreciar en las imágenes, hay edificaciones de la escuela, que se encuentran con peligro de derrumbe. Es que luego que pasó el arrollador temporal del día 22 de diciembre del año pasado, gran parte de la escuela quedó sin techos, sin vidrios y con varios salones que no se pueden usar y que ningún niño se puede acercar a ellos, porque lisa y llanamente, es peligroso para sus vidas. ¡Sí, aunque usted no lo crea!
Las maestras de la escuela referida optaron - en una medida desesperada - por poner una malla de nylon negro, con unos parantes que dejan entrever que hace bastante tiempo están colocados y tienen que vigilar permanentemente, que ningún niño se introduzca o se acerque a dicho lugar, porque puede verse arriesgada su integridad física. Sin embargo, una Señora nos comenta que hay ocasiones en las que algún niño se escapa y cruza para la zona con peligro de derrumbe, que además adentro del edificio derruido, como las ventanas estallaron con el temporal, está lleno de vidrios.
Una de las madres nos dice muy disgustada por el estado calamitoso de la escuela número 13 de la ciudad de San Carlos, lo siguiente:
“La verdad, la escuela desde el viento nunca más se recuperó, los salones que les voló el techo están con peligro de derrumbe. Esa malla de sombra, es lo que lo separa del patio de recreo de los niños”
Según estas personas, el 23 de diciembre va a hacer un año de que la escuela se encuentra en este peligroso estado y hasta ahora, no le han encontrado solución por parte de las autoridades de Primaria y como si todo esto fuera poco, nos agregan que “hay un salón que se está hundiendo el piso y que los baños no tienen ni trancas en las puertas”, nos agregan.
Nuestros entrevistados nos dicen que varios padres de alumnos se habrían ofrecido para poner una cerca de madera en los salones que tiene peligro de derrumbe, pero se les habría contestado, que no se puede tocar nada.
Ya en el colmo y como para dejarnos estupefactos, algunas madres de alumnos de dicha escuela y algún chico de la misma, nos cuenta que insólitamente en el alto pastizal que rodea los salones en peligro de derrumbe, se encontró en una oportunidad una víbora, que por supuesto, se ignoraba si era un ofidio venenoso o no, pero que le pone una cuota más de incertidumbre, a las personas que mandan a sus hijos a la impresentable escuela 13 de San Carlos.
También nos enteramos que el propio SUNCA se habría ofrecido para reconstruir esos salones en peligro de derrumbe y también, arreglar la parte de la escuela que está en funcionamiento, que según nos cuentan, también deja muchísimo que desear; pero otra vez parece que la burocracia se interpuso y la ayuda ofrecida por el SUNCA, habría sido denegada.
En lo que respecta a los salones de clase, se dice que hay como ya señalamos, un salón con el piso bastante hundido; otro de segundo año que nos comentan que tiene la ventana que no cierra y en el salón del nivel cuatro, hay vidrios de las ventanas que están rotos y durante el invierno entra el frío y el viento.
Inmediatamente otra madre nos afirma, como para completar aún más el tétrico panorama:
“Han robado la escuela y todos los daños que han hecho, los hemos pagado entre padres, porque la escuela no tiene plata. Es la contestación que nos dan ahora. Hay vidrios rotos, hace unos días que llovió y hubo viento y las maestras de nivel 4º y 5º se tuvieron que juntar porque le entraba agua por el vidrio roto”
Se nos habló también en todo este maremoto de reclamos, de que la escuela habría recibido distintas donaciones particulares, pero que las mismas todavía no habrían llegado a destino. Incluso se nos mencionó un presunto premio del programa “Consentidas”, que se emite en canal 10 de Montevideo. También incluso se menciona al pasar de que habrían recibido donaciones desde Australia y que ese dinero estaría a disposición para empezar a poner en orden este centro de estudios escolar.
Se habría pedido colaboración al municipio de San Carlos, pero imaginamos que la coordinación con Primaria, no debe de ser nada fácil para llevarla a la práctica.
Lo último y para cerrar este lastimoso tema, nos agregan que varios padres habían hablado con la directora de dicha escuela de la ciudad de San Carlos, para hacer rifas y de esa forma, poder cortar el pasto (entre otras cosas), pero esto también se da de bruces con las afirmaciones que nos habían hecho antes, cuando nos afirmaron, que toda esa zona no se podía tocar por orden de Primaria.
Más allá de todas las explicaciones y los reclamos, saltan a la vista las imágenes, que por demás son elocuentes, donde se puede apreciar que esta escuela de San Carlos parece que hubiera sido afectada por un bombardeo de la Segunda Guerra Mundial y donde las autoridades pertinentes, en este caso las de Primaria y hasta el Ministerio de Educación y Cultura, tendrían que tomar los recaudos urgentemente y arreglar de una buena vez por todas este lugar a donde van a estudiar niños pequeños. Porque en este caso no se trata simplemente de que el centro de estudios no se encuentre bien en materia de higiene, sino que aquí es aún más grave la situación: no hace falta ser ingeniero ni arquitecto, para fácilmente deducir que los restos de los salones afectados luego del temporal hace casi un año, sufren un peligro inminente de derrumbe y las autoridades tienen que tomar cartas en el asunto urgentemente; porque después, cuando pasan las desgracias, si algún día, que ojalá nunca suceda, un niño se le escapa a alguna maestra y se le cae alguna pared de ladrillos encima y lo lesiona gravemente o lo mata, vamos a salir como siempre en cacería de brujas; a encontrar los culpables y lincharlos, cuando es mucho más fácil, hacer las cosas en tiempo y forma.
No puede ser que niños de barrios periféricos de nuestro país sean tratados como niños de segunda mano, por el solo hecho de concurrir a una escuela pública, que en otras épocas supo ser el orgullo de un país que era ejemplo como Uruguay.
La enseñanza es la mayor herramienta para hacer crecer a las personas y liberarlas del yugo de la ignorancia y es el deber de todos, que esos niños uruguayos que van a esa escuela, puedan tener un lugar seguro y digno donde realizar sus primeros aprendizajes.