A ver si McLaren se deshace por fin de la maldición japonesa

El acuerdo entre McLaren y Renault para que los galos suministren sus motores a los calimeros británicos sería (casi) una realidad, según Sky Sports F1 y Marca.
Los rumores que apuntaban a esta posibilidad se han intensificado durante y a la conclusión del GP de Italia F1 2017.
A ver si se materializa y nos dan una alegría.
De lo contrario, los de Woking van camino de convertirse, no ya en una Williams de la vida, sino en uno de los peores equipos de todos los tiempos... o algo más triste.
Después de las numerosas reuniones entre las dos escuderías durante el viernes y sábado pasados en el hospitality de los ingleses, se habría producido otra más al acabar la carrera en Monza.
En ella Zak Brown, director ejecutivo de McLaren, y Alain Prost, asesor especial de Renault y expiloto que corrió con las dos formaciones, habrían ultimado las condiciones de la colaboración.
Todo indica que, después de ese inusual encuentro que se produjo al más alto nivel y mientras los mecánicos de los equipos embalaban el material, el acuerdo entre McLaren y Renault es total.
Tanto es así que el anuncio del mismo sería solo cuestión de días... o de horas, dicen los más optimistas. De confirmarse la noticia, fructificarían unas negociaciones que comenzaron a fraguarse en junio.
Y es que el tiempo apremia a los británicos por varias cuestiones.
Por un lado resulta evidente que para retener con ellos a Fernando Alonso, uno de los mejores pilotos de la F1, deben decirles "sayonara" a los de Honda.
Además, McLaren necesitan conocer cuanto antes qué propulsor tendrán el año próximo para comenzar con la arquitectura del nuevo monoplaza.
Pero ojito, porque en el acuerdo entre McLaren y Renault existe un escollo del tamaño del iceberg que hundió el Titanic.
Actualmente, Renault que ya entrega sus motores a tres equipos, Red Bull, Toro Rosso y ellos mismos, no va a contar con un cuarto cliente.
Ahí entrarían en juego los "empanaos" japoneses, que son como la falsa moneda, de mano en mano van pero nadie se los queda.
Aunque parezca extraño podrían resultar capitales en la carambola.
La idea consistiría en "mandarlos" a Toro Rosso donde los benjamines de Red Bull se convertirían en las nuevas víctimas y cobayas de los asiáticos.
Quizás allí en Faenza (Italia) los orientales podrían trabajar con más tranquilidad y continuar con su método -combinación de samurái y kamikaze- de ensayo/error y quién sabe si encontrar la piedra filosofal que buscan desde hace tres años.
Es posible que si les dejan trabajar a su bola, algún día sean capaces de desarrollar los sistemas de recuperación de energía.
De este modo seguirían en la F1, algo que los dueños del Gran Circo, los americanos de Liberty Media, desean.
Y de paso dejarían libre el camino de la motorización de McLaren por parte de Renault.
Sin embargo, los jefazos de la escudería energética tienen mucho que decir en el tema.
Sin su aprobación, su equipo "junior" no permutará los actuales motores franceses por los de Sakamura.
O sea que son un actor principal en este tinglado.
Para no liar más la cosa, obviaremos la posible marcha de Carlos Sainz rumbo al equipo del rombo como compensación de los 12 millones de euros que se ahorraría Red Bull al no tener que pagárselos a Renault.
Veremos qué pasa, pero cuando el río suena...