Me hace acordar a otro discreto jugador como lo fue Diego Lugano, igualitos, pura cara de malo, gestos, dar patadas groseras y tener patente de guapo.

Diego Polenta es un digno sucesor de Lugano en todos esos aspectos.

Es muy lento, dice que no está gordo pero su físico lo delata.

Siempre jugando fuerte y desleal, vive teniendo lío con todos sus rivales y con los jueces.

Se hace expulsar tontamente por protestar muy seguido dejando a su equipo en inferioridad numérica.

Sin embargo los comentaristas siempre le dan buen puntaje, no se sabe por qué.

Contra Defensor hizo todo mal, hasta que lo expulsaron y condenó a Nacional a exponerse a una goleada que no llegó por la mala puntería de los violetas.

Hace dos años que parece que se va en los períodos de pases, pero siempre se queda.

Los dirigentes de Nacional anunciaron una oferta de tres millones de dólares por el 50% de su pase a River argentino, pero…dicen que no la aceptaron.

Estuvo en Europa muchos años y jugó poco y nunca trascendió.

En la selección de juvenil era la gran esperanza, pero el Maestro, que de tonto no tiene un pelo, lo borró en cuanto se dio cuenta que no tenía las condiciones extra fútbol que Tabárez pretende del grupo humano.

En Nacional es el capitán seguramente para darle una responsabilidad especial que evite en lo posible que se le salga la cadena y haga desastres con su carácter.

Pero además, varios equipos, como Boston River y Defensor se hicieron un picnic con la lentitud de Polenta.

Ya ni en el fútbol uruguayo se juega intentando meter miedo y de pesado, eso ya fue y pasó de moda hace muchos años en este fútbol moderno que hoy existe.

Anda dando vuelta un video donde se le puede ver a Polenta al irse expulsado decirle al juez “Chupa P…”.

Parece que ese es su vocabulario y que se jacta de ser guapo y arrancar contra 10 igual.

Eso no es ser guapo, eso es ser tonto sin duda.